Hoy comienza un proceso de movilización para darle la vuelta a este país como un guante", subrayó.
Landini adviertió que "hay un intento explícito de cuestionar este derecho a la huelga.
Entre otras cosas, se está discutiendo en el Parlamento un decreto, que se llama decreto de seguridad, y pedimos que se retire, que busca hacerlo un crimen la huelga, los cortes de carreteras, la ocupación de las fábricas cuando cierran".
"Está claro que estamos ante un serio intento de giro autoritario que pone en cuestión la libertad de existir y la libertad de las personas", destacó.
Por su parte, Pierpaolo Bombardieri, el líder de la UIL, que participó de la marcha de Nápoles, denunció "los peores salarios de Italia: este es uno de los temas principales de la huelga de hoy".
"Estamos en la calle por los salarios, el tema económico, la gente normal que vive de un salario, que vive de pensiones, tiene dificultades para llegar a fin de mes. Este debe ser un problema central en el enfrentamiento con el gobierno".
"Creo que el gobierno, frente a 40 plazas llenas hoy, tal vez debería hacer una reflexión. No con respecto a Landini y Bombardieri, sino con respecto a los miles, decenas, cientos de miles de personas. que hoy están en las calles pidiendo cambios", dijo el secretario general de la UIL.
Miles de manifestantes participaron de las marchas en las principales ciudades, algunas de las cuales criticaron también el apoyo del gobierno de la premier Giorgia Meloni a Israel.
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