"A todos, gracias por las muestras de solidaridad, y perdón a los que todavía no han logrado perdonarme, sepan que los entiendo", comenzó Yañez en un texto de letras blancas sobre fondo rosa que subió a su cuenta de Instagram.
"Todo mi reconocimiento y respeto para el personal de seguridad que nos acompañó hasta el día de hoy, son grandes personas, han sido muy importantes para mi hijo y para mí", prosiguió la ex primera dama en un giro en su postura con respecto a los custodios presidenciales que, de hecho, fueron cambiados por el Gobierno. Yañez había dado a entender que la seguridad aún estaba bajo la injerencia del expresidente y respondía a su entorno.
La denunciante hizo mención a su nueva abogada. "También aprovecho para agradecer a la Dra. Mariana Gallego, quien es mi representante legal, por su generosidad, paciencia y humanidad", le dedicó a la profesional, esposa del exdiputado bonaerense y también abogado de fuerte presencia en los medios, Mauricio D’Alessandro.
El posteo terminó en un saludo. "Un abrazo. Fabiola", firmó para sus seguidores de la red social.
En la entrevista que dio, Yañez también intentó quitarse responsabilidad sobre la fiesta de su cumpleaños en Olivos durante la cuarentena estricta. Dijo que ella no organizó "ningún brindis" y se quejó de haber sido responsabilizada por su ex, el entonces presidente, por la derrota electoral en las legislativas de 2021, cuando trascendieron las fotos del escándalo.
El pasado jueves, tras un pedido del juez federal Julián Ercolini, el Gobierno tomó la decisión de reforzar la custodia de Yañez en Madrid, la capital española donde reside.
La decisión de la administración de Javier Milei consistió en el envío de dos agentes de la Policía Federal y el regreso a la Argentina de quien era, hasta el momento, el actual custodio.
La razón alegada fue que el funcionario a cargo de la seguridad, parte del esquema de la división presidencial, no contaba con la confianza de la ex primera dama por su supuesta cercanía a Fernández.
El cambio de los encargados del cuidado de Yañez se concretó este domingo, luego de que el Ministerio de Seguridad finalizara durante el fin de semana la implementación de temas logísticos.
Mientras tanto, Yañez denunció que los días 6 y 7 de agosto -con la causa en curso- continuó recibiendo mensajes desde el teléfono del ex presidente y de terceras personas.
En caso de confirmarse, esto podría significar una nueva causa penal contra el ex mandatario por desobediencia.
El 6 de agosto a las 19.47 horas Alberto Fernández, en su domicilio de Puerto Madero, fue notificado de las medidas cautelares que le impuso el juez federal después de escuchar a Fabiola Yañez decir, en tres ocasiones, que por propia voluntad quería denunciar al ex presidente por violencia de género. La figura penal es lesiones leves reiteradas y con el devenir de la investigación se determinará si las mismas podrán calificarse de graves.
Entre las medidas que le fueron notificadas, junto a la acusación que pesa sobre él, se le leyó lo siguiente: “Se ordenará a Alberto Ángel Fernández que cese en los actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia Fabiola Andrea Yañez, tanto en el espacio analógico como en el digital”.
Según informó ante la fiscalía, la ex primera dama “recibió mensajes directos de su supuesto agresor Alberto Fernández y comunicaciones de terceros a requerimientos de él”. En el dictamen fiscal se especificó que fueron mensajes “intimidatorios que estaría recibiendo en su celular desde el abonado perteneciente al denunciado”.