Los chicos que eran más propensos a la enojo y la frustración a los 4.5 años también tendían a usar más aparatos electrónicos a los 5.5 años, revelaron los datos, un hallazgo que los investigadores señalaron como indicativo de que estos aparatos están involucrados en un "ciclo" negativo de mala regulación emocional.
Los investigadores afirmaron que la investigación indica que el uso de tablets no solo disminuye la capacidad de "manejar efectivamente las emociones durante las rutinas diarias", sino que lleva a los chicos a "recurrir a más estrategias digitales para controlar los estallidos de furia", completaron.
Lo que no sabemos
Los investigadores señalaron que no está claro por qué el uso de tablets u otros dispositivos móviles parece interferir con el desarrollo emocional de los chicos . Existe evidencia de que los chicos aprenden a regular sus emociones a través de dos vías clave, según los investigadores: observando las estrategias de regulación emocional de los padres o mediante el "entrenamiento emocional" de los papás sobre cómo manejar las emociones. Los investigadores afirmaron que el uso de estas pantallas puede interferir con ambos mecanismos y podría tanto "reducir las oportunidades de aprendizaje" como "disminuye el desarrollo" de las estrategias utilizadas para regular las emociones.
Qué observar
Los investigadores dijeron que su estudio solo analizó si los chicos usaban estos dispositivos, y que sería importante que futuras investigaciones examinaran la naturaleza de estas interacciones. También destacaron que es crucial saber cómo se usa el dispositivo: el uso activo, como leer, sería diferente del uso pasivo, como ver un video, por ejemplo, y también el grado de interacción parental durante el uso de la tablet, como usarla juntos o dejar al chicos solo.
Los investigadores dijeron que existía cierta evidencia de que las tablets, cuando se usaban de manera adecuada junto con los padres, podían ayudar a los chicos a practicar el reconocimiento y la respuesta a las emociones, mejorando el comportamiento en lugar de generar más estallidos de furia.
Los hallazgos se sumaron a la creciente investigación que sugiere que los dispositivos móviles como teléfonos y tablets están teniendo un impacto negativo en los chicos y su desarrollo.
Por ejemplo, la investigación sugirió que darle a un chicos que estaba teniendo una rabieta un teléfono o tablet para calmarlo podía dañar su capacidad para manejar sus emociones, y que el tiempo frente a la pantalla perjudicaba el desarrollo de habilidades vitales de lenguaje y sociales.
Los problemas no se detuvieron en la edad preescolar, y muchas escuelas secundarias en todo el país se apresuraron a prohibir los teléfonos inteligentes, ya que más maestros advirtieron que se convirtieron en una distracción en el aula. El tipo de contenido que los chicos veían en línea también fue un problema creciente, y los legisladores buscaron cada vez más regular cómo los jóvenes usuarios interactuaban con el material en línea, especialmente en las redes sociales, para mejorar su salud mental.
*Con información de Forbes US.