En teoría para abrir una cuenta bancaria en Luxemburgo, sólo se necesita acreditar la identidad mediante un pasaporte en vigor. El método más rápido para obtener una cuenta bancaria y disponer de tarjetas de crédito asociadas a dicha cuenta, es contar con una carta de recomendación de otro banco o de una empresas que le haya contratado. De este modo se aceleran todos los trámites y puede acceder a las tarifas especiales o servicios con descuento sobre comisiones bancarias determinadas.
Además de cuentas bancarias corrientes, cualquier particular puede abrir de una cuenta de ahorro en la mayoría de los bancos luxemburgueses. Los intereses generados por planes de ahorro, depósitos y otros productos de ahorro tributan a un tipo del 10%, pero los beneficiarios de dichas cuentas no son comunicados a las autoridades como parte de la política de secreto bancario de Luxemburgo. Los intereses anuales generados por estos productos de ahorro están exentos de impuestos y no tienen que ser declarados si no superan los 250€ al año. Los depósitos a plazo fijo suelen ser de mínimo 12 meses y en el caso de los planes de ahorro, se requiere invertir durante varios años antes de poder hacer retiros. Como regla general en todos los mercados, a mayor plazo mayores rendimientos.