La NASA confirmó que el asteroide 2024 YR4, que generaba preocupación debido a la posibilidad de un impacto con la Tierra en 2032, ya no representa una amenaza. Tras un análisis más detallado de su trayectoria, la probabilidad de colisión disminuyo considerablemente, reduciéndose a casi cero. Esta noticia pone fin a la alarma que había surgido a finales de 2024, tranquilizando a los científicos y al público.