Es la otra cara de la moneda de una relación de alta tensión entre EE.UU.
y Europa, que se entrelaza inevitablemente con el delicado enfrentamiento sobre la crisis ucraniana.
"Una guerra comercial no conviene a nadie, ni siquiera a Estados Unidos", remarcó la primera ministra, según quien el tema del superávit planteado por los estadounidenses "se puede resolver de manera positiva en lugar de iniciar una escalada".
Un tema "que abordaré y en parte ya he abordado con Trump" y que "Europa abordará y está abordando" con el presidente estadounidense, añadió Meloni, prometiendo que hará "todo lo posible" para defender a Italia, que es una "nación exportadora". Invitada en el programa XXI Secolo, en Rai1, la presidenta del Consejo subraya que en política exterior no hay amigos/enemigos, sino que cuenta el interés nacional.
Y en un momento tan crucial se debe mantener "la calma", razonar "de forma lúcida", "evitar fracturas", porque "cada división de Occidente nos hace a todos más débiles y favorece a quienes querrían ver el declive de nuestra civilización".
Esto, precisa, "es el momento en que las personas serias trabajan para recomponer". Meloni evita tomar partido tras el enfrentamiento entre Volodímir Zelenski y Trump en el Despacho Oval: "Son debates que normalmente no se hacen delante de las cámaras. Digamos que no ayudó".
Y desestima las críticas de las oposiciones, según las cuales la línea del gobierno es débil: "Mi línea es que estoy con Italia en Europa para Occidente, y dejo las lecturas infantiles a otros porque en este momento no nos las podemos permitir", explica, reivindicando que cuando su partido Hermanos de Italia estaba en la oposición "Draghi podía contar con nuestra contribución". "Cuando las oposiciones dicen que Italia debe estar sin peros del lado de Europa —añade— me gustaría saber si esto significa también que deberíamos enviar soldados italianos a Ucrania, como piensa hacer Francia".
"No enviaremos soldados italianos a Ucrania", aclara una vez más la presidenta del Consejo, cuyos tonos siguen siendo de equilibrio. Más cautelosos que los de uno de sus vicepresidentes, Matteo Salvini, quien sigue apostando por el presidente estadounidense. Trump es "el único líder capaz de traer finalmente la paz, a diferencia de una Europa en colapso y marginal, dirigida por Ursula, París y Berlín", afirmó el líder de la Liga, que se prepara para el fin de semana con puestos en "más de mil plazas en Italia" para pedir "paz en Ucrania y paz fiscal". Antes, el jueves, Meloni se reunirá con los líderes de la UE en el Consejo Europeo, tras haber reiterado en la cumbre de Londres sus dudas sobre la idea de Francia y el Reino Unido de tropas de interposición, y haber propuesto una cumbre inmediata entre EE.UU., los europeos y los aliados para abordar los desafíos cruciales, comenzando por Ucrania. Según la primera ministra, las claves de un acuerdo de paz son las garantías de seguridad para Kiev, que también protegerían a los países europeos, "particularmente, a los que se sienten amenazados por Rusia".
En el razonamiento de la premier, Trump, "que es un líder fuerte, claramente no puede permitirse firmar un acuerdo que alguien mañana podría violar". En casi cuarenta minutos de entrevista con Francesco Giorgino, Meloni, además, rechaza también las acusaciones sobre el aumento de la presión fiscal. "Los datos aumentan porque hay más gente trabajando, porque este gobierno ha llevado a un récord histórico de ingresos por la lucha contra la evasión".
Y asegura que abordará el encuentro con la Asociación Nacional de Magistrados (ANM) el miércoles "con un espíritu abierto, con gran respeto". La reforma de la justicia, añade, "no está hecha contra nadie, es necesaria para que la justicia funcione mejor. Creo que los tonos apocalípticos que en algunos casos he escuchado son absolutamente fuera de lugar".
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