"Claudio Paul Caniggia fue uno de los más brillantes jugadores de fútbol que tuvo la Argentina. Un caso inverosímil porque en muy poco tiempo nos hizo muy felices. Hizo pocas cosas en general, porque no metió cuatrocientos goles como Agüero ni dos mil como Messi. Ni fue goleador como Batistuta en la Copa América. Pero el ’Diego, Diego’ contra Nigeria y el gol contra Brasil valen toda una vida.
Podemos elegir cuatro o cinco momentos de una carrera que fue muy buena por cierto y alcanza para decir que Cani es el ’hijo del viento’. No sé quién le puso ese apodo pero tuvo razón. Una vez en la vida tuvimos al jugador de fútbol más rápido del mundo, y eso es una cosa rarísima para nosotros". En este sentido arremetió: "Por eso importa el apellido Caniggia en el universo. No por los pelotudos de los hijos. Mucho menos por la patética de Susana Giménez, que junto con su producción, aprovecha este circo para bastardear lo que va quedando de la memoria de un gran deportista argentino.
Más allá de los quilombos que Cani pueda tener... Los que estuvieron en el Mundial ’90 sabían de la limousine que había en la puerta de Trigoria con Mariana Nannis adentro esperándolo. Pero eso no le impidió romperle el culo a los brasileños ni hacerle un gol a Italia para meternos en la final. Él hacía su parte. Después esta cosa circense, mediática, la tiene y está en su genética es un tipo muy fachero desde siempre. Pelo largo, pinta de rockero sin serlo, y siendo un gran futbolista".
Luego de una insólita defensa a El Pájaro por su trayectoria y el recorrido de Nannis, como si eso fuera justificativo para ciertas actitudes del hombre hacia la mujer, siguió: "Pero de golpe llegar a esta instancia en la cual todo es un puterío. Primero Susana Giménez debería saber lo que son los quilombos de alcoba. Eh, señora del cenicero: déjese de romper las bolas. Sabemos que ahí no hay inocentes y que en general todos somos culpables. Uno tendrá un porcentaje más alto que otro, pero da lo mismo".
"Imaginemos que tus hijos digan públicamente que sos una lacra humana. Un hijo que además con todo el dolor del mundo deberías decir ’este pendejo en su puta vida no hizo nunca nada que valiera la pena, más que nacer’. Y que si no tuviera el apellido Caniggia no estaría haciendo nada de nada de nada, ni siquiera apareciendo en un medio, como su hermana. Y de golpe me tira que soy una lacra humana.
Encima lo generan como onda expansiva que además debe llevar a que mañana Susana quiera llevar a Caniggia al piso para tener medio punto más de audiencia y vender cuatro pares más de medias horribles. Es patético. Lamentable", cerró.
Recordemos que entre tantas cosas, Nannis dijo en el programa de Suana que: "Una vez más lo vine a salvar: ya lo salvé muchas veces en mi vida. Siempre traté de protegerlo y sacar a la gente de su entorno. Lo logré. Pero llega un momento en el que no podés. Es mucho. Hay mucha gente mala a su alrededor que se aprovechan de él y de su problema de adicción.
No estoy divorciada, Claudio Caniggia sigue siendo mi marido, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese. Vine acá para salvar a mi marido de la prostitución y la drogadicción. Una vez más lo vine a salvar: ya lo salvé muchas veces en mi vida. Siempre traté de protegerlo y sacar a la gente de su entorno. Lo logré. Pero llega un momento en el que no podés. Es mucho. Hay mucha gente mala a su alrededor que se aprovechan de él y de su problema de adicción", comenzó Mariana Nannis con su descargo.
Nannis contó que en una situación le retrucó con conocer al presidente Mauricio Macri y al presidente de Boca Daniel Angelici: "Estaba sacado, le pegaba a las paredes, y me decía que no soy nadie. Entonces me fui a la habitación, empecé a mirar una revista, él se me puso al lado, le pegó una trompada a la revista, me empezó a tirar trompadas a la cara. Me decía: ’Hija de puta, te voy a matar’. Me levanté como pude, toda golpeada, y me fui al living. Mientras, él me gritaba: ’Callate, hija de puta’.
Le dije que iba a llamar a la policía, pero me contestó que ni se me ocurra y me dijo: ’Soy amigo de Angelici, soy amigo del Presidente, duro dos minutos en la cárcel, pero cuando salga tu cabeza va a rodar’".