Ante la consulta de LPO, desde Smartmatic declinaron hacer comentarios sobre los cuestionamientos de la oposición.
De parte del Gobierno, dijeron a este medio que "solicitar el apartamiento de Smarmatic a cuatro días de las elecciones solo busca cuestionar el proceso electoral de manera irresponsable". "El planteo ya fue atendido por la Justicia, a través de una acordada de la Cámara Nacional Electoral que avaló el sistema que se utilizará en las elecciones y estableció una serie de medidas a las que estamos dando cumplimiento. De modo que la presentación solo tiene fines políticos y ningún asidero técnico", indicaron desde la Rosada. En el Gobierno vincularon las quejas de la oposición a un "lobby a favor de Indra", la empresa que durante 20 años se encargó del escrutinio.
El amparo fue presentado ante la jueza con competencia electoral María Servini, que deberá definir si hace lugar al pedido del kirchnerismo -lo que ocasionaría complejidades inciertas a horas de la elección- o pide mayores medidas de control sobre el escrutinio, como planteó la semana pasada la Cámara Nacional Electoral. El peronismo también le solicitó a Servini que designe interventores judiciales "para presenciar todos los procesos técnicos de escrutinio el día de la elección y para la realización de auditorías" posteriores, y que obligue al Gobierno a cumplir lo exigido por la CNE. El FdT hizo hincapié en la supuesta intención del Gobierno de manipular la carga de datos para "instalar un resultado falso" de las elecciones el domingo por la noche. Recuerdan el caso de las PASO de 2017, cuando hasta bien entrada la madrugada se dio como ganador a Esteban Bullrich y finalmente lo fue Cristina Kirchner. Según el peronismo, esto se dio así porque se demoró el ingreso de datos de zonas favorables a la ex presidenta.
Es por eso que en el amparo piden a Servini que ordene al Gobierno "no alterar directa ni indirectamente, ni demorar ni suspender el envío y/o recepción desde los centros de votación hacia los centros de procesamiento de los telegramas" ni de la "información correspondiente al escrutinio provisorio".
En declaraciones radiales, Landau explicó que quieren que "el domingo a la noche la transmisión de datos que se haga refleje lo que la gente voto, lo que ocurrió en cada mesa de votación en todo el país". "No dudamos de la Justicia electoral, del escrutinio definitivo, si dudamos de lo que vaya a querer manipular el gobierno el domingo a la noche a partir de la tarde", aclaró. En ese sentido, agregó que la idea es que los resultados empiecen a informarse una vez que se acumule el diez por ciento de los circuitos del país y de cada una de las provincias. El punto central del reclamo de la oposición (también Consenso Federal lo cuestionó ante en la justicia) es que el Gobierno y Smartmatic no entregaron a la CNE con suficiente antelación el software y el código fuente que se utilizará para la transmisión de datos y el escrutinio, que debía hacerse 30 días antes de la elección para que los partidos puedan auditarlo.
Pero todavía no fue entregado, aparentemente por las fallas que presentó en las pruebas piloto. "Las agrupaciones políticas no contamos ni siquiera con los elementos documentales requeridos para la adecuada interpretación de las características funcionales y operativas del sistema", dice el amparo.
En las pruebas piloto, la oposición y expertos informáticos detectaron una conversión de la imagen que se trasmite escaneada desde las escuelas (en formato tiff) a la que llega al centro de cómputos (formato pdf). "Esto quiere decir que la imagen, el dato que llega para su carga NO es el archivo original, sino que sufre una transformación en la transferencia de un sistema a otro, lo que hace imposible constatar la integridad y la trazabilidad del archivo original", advierten en el amparo.
En el Gobierno salieron ayer a rechazar los cuestionamientos al escrutinio y calificaron como "irresponsables" las dudas sembradas desde el Fdt y Consenso Federal. El secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, defendió la trasmisión electrónica de los datos en reemplazo del tradicional traslado físico de los telegramas en los "bolsines".
Por su parte, Rogelio Frigerio acusó a la oposición de "generar incertidumbre sobre la transparencia del escrutinio" y aseguró que la transparencia "está garantizada". "Se hizo un deporte en Argentina respecto de cuestionar la legitimidad de las elecciones. Esta elección va a ser, por supuesto, transparente. No tengo ni que decirlo. La oposición va a tener acceso al control sobre el escrutinio como no tuvo nunca antes en la historia", precisó.