Los reyes Felipe y Letizia se han reencontrado con su hija, la princesa Leonor, que estudia segundo curso en la Academia General Militar del Ejército de Tierra. La heredera al trono arranca sus vacaciones de Semana Santa y ya se encuentra con sus padres, quienes es probable que se desplazaran hasta la capital aragonesa para recogerla y regresar a casa juntos ya que han estado por la histórica localidad de La Almunia de Doña Godina, a 53 kilómetros de Zaragoza. En su parada, los Reyes repusieron fuerzas en el restaurante del Hotel El Patio, donde estuvieron cenando y se dejaron fotografiar con parte del personal del establecimiento.
La Princesa de Asturias vestía cazadora negra, bufanda de grandes cuadros en tonos claros, zapatillas blancas y el pelo recogido en una coleta. La reina Letizia se decantó por el negro con un conjunto con pantalones y cazadora y el mismo jersey que su hija pero con los colores intercambiados. Detrás de ellas, el Rey.
El local ha compartido el siguiente mensaje junto a la imagen: "Ayer [por este martes] tuvimos una visita muy especial, fue un honor atenderles, gracias por elegirnos". Según nos ha contado Eduardo Martínez, propietario del Hotel El Patio, los Reyes y Leonor aparcieron por sorpresa en su establecimiento, situado en la zona rural de Aragón, entre Calatayud y Zaragoza. Este lugar, en plena A-2, suele ser el elegido por la mayoría de los viajeros para hacen un alto en el camino como fue el caso de la Familia Real para descansar antes de continuar con su viaje a Madrid. "Decidieron picar algo, no huba mucha complicación en lo que pidieron: jamón, chipirones y raciones para compartir", explica Martínez.
El hotel restaurante El Patio tiene tres estrellas, un bar-cafetería y otra opción gastronómica llamada El Patio de Goya que destaca por la cocina de producto con un toque moderno y con decoración dedicada al genial pintor de Fuendetodos y a sus universales obras. A los Reyes y a su hija no les hubiera importado reponer fuerzas en la cafetería, pero cenaron en el restaurante, que entre semana tiene menos afluencia, tan solo los húespedes que se alojan en el hotel. "Nuestros empleados quisieron inmortalizar este momento, era un orgullo, y accedieron sin problema a hacerse una foto", ha declarado Eduardo.