No queda muy claro por qué este 8 de abril, se celebra el Día Internacional de la Empanada. Pero más allá de lo caprichoso de la efemérides, lo cierto es que este noble alimento se merece tener su día, y no solo porque haya múltiples versiones (una más rica que la otra), sino porque es uno de los principales integrantes de la dieta de los argentinos.
Tenemos locura por las empanadas. En Tucumán, obviamente, la cuestión es aún más masiva: están en todos los restaurantes; se venden en casas, en las plazas y en las rutas. Las de carne son las más elegidas.
No hay dudas que ocupa el podio: hay quienes lo postulan como el segundo plato más consumido en la Argentina, después de la pizza, otros en el tercer puesto, después de la pizza y el asado. Pero basta echar mano a las estadísticas de las cadenas de delivery más importantes del país (Rappi, Pedidos YA) que colocan a la empanada en segundo lugar, después de la pizza, para tener una idea de la magnitud de su presencia en nuestra mesa.
Según estadísticas de PedidosYA, las empanadas son el plato más pedido por delivery en CABA, La Plata, Córdoba, Santa Rosa y Neuquén. En Rappi, las ciudades que más concentran la demanda de empanadas son Salta, San Miguel de Tucumán, AMBA y Córdoba. Pero, ¿hay una idea de cuántas empanadas se elaboran por día en el país?
El cálculo corrió por cuenta del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino, que tomó como dato inicial la cantidad de tapas de empanadas vendidas a nivel industrial, que revelan que cada argentino consumió anualmente (en promedio) 1,4 kg. de tapas frescas en un año. Si cada tapa de empanada pesa 28 grarmos, una persona usó 50 tapas de empanada en un año. Y, dado que somos casi 46 millones de habitantes, eso implica que en Argentina se elaboran aproximadamente 6.3 millones de empanadas por día a nivel industrial.
En la denominación empanadas pueden aparecer muchas cosas, pero hay cuestiones -que los tucumanos conocen a la perfección- que hacen de una empanada 100% hecha en el Jardín de la República. Los 13 repulgues -resaltaron los dos empanaderos- son infaltables.
¿Al horno o frita?
Esta es otra de las grandes disyuntivas, pero al menos en el ámbito tucumano, la versión al horno es la ganadora.
Lo de los repulgues es conocido, pero -advierten los expertos- hay otros truquitos para que las empanadas salgan tan ricas. La paciencia es uno de ellos. El relleno y la masa tienen que estar en la heladera; eso es lo que hace que después tengás una empanada bien cerrada y cuando la pongás en el horno no se abra. Hacerlas en horno de barro, agregar caldo de la cocción de la carne al lo picado, preparar la masa con grasa de pella, dejar reposar todos los elementos, enfriar la preparación a baño maría en frío... Todos esos son tips que dan los especialistas para una buena empanada.