La ofensiva aérea responde al lanzamiento durante el martes de decenas de globos incendiarios por simpatizantes de Hamás al otro lado de la frontera con Israel, en señal de protesta por la celebración del 'Desfile de las Banderas', una marcha ultranacionalista israelí por Jerusalén. Esos lanzamientos han provocado más de 25 incendios en el sur de Israel, sin causar heridos ni grandes daños.
Las mismas fuentes precisan que drones de reconocimiento sin piloto del Ejército Israelí han sobrevolado el enclave costero alrededor de la medianoche y luego se han escuchado varias explosiones en el sur y centro de la Franja de Gaza. Los ataques con misiles, según han confirmado Hamás y testigos presenciales, han apuntado a instalaciones militares que pertenecen a las Brigadas al-Qassam, el brazo armado de ese movimiento islámico, sin que por el momento se haya informado de víctimas.
"Durante el último día, se lanzaron globos incendiarios desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí. En respuesta, hace poco tiempo, aviones de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron recintos militares de la organización terrorista Hamás, que se utilizaron como instalaciones y lugares de reunión para operativos terroristas", ha informado poco después el Ejército israelí en un comunicado.
Los militares israelíes han responsabilizado así a Hamás de "todos los eventos ocurridos" en el enclave, que suponen la ruptura del alto el fuego, y han asegurado que están preparados para "cualquier escenario, incluido la reanudación de las hostilidades ante las continuas actividades terroristas en la Franja".